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La Dirección de Policía Ambiental tiene el único cuerpo de canes del país dedicado a la lucha contra el tráfico, tenencia y comercialización ilegales de fauna silvestre (autóctona y silvestre).

Ante la búsqueda de alternativas para mejorar los procedimientos, aparece la posibilidad de armar una brigada canina para detectar fauna en tránsito. Dado que los controles tradicionales de ruta demandan demasiado tiempo, se pensó y ejecutó la idea del adiestramiento de perros para que en conjunto con los inspectores puedan llevar adelante procedimientos de una manera más ágil.

Baro, el labrador dorado; Cruz, el labrador negro y Juez, el ovejero alemán, son los protagonistas de este innovador.

Cómo se entrenan

Cada perro tiene un olfato 10 mil veces superior al del humano. Sin embargo, no todos pueden formar parte de algún tipo de brigada canina. Específicamente en este caso, tanto Baro, Juez como Cruz fueron seleccionados por su cualidad innata de buscar, lo que se perfecciona, día a día, con el trabajo de los inspectores, quienes son los encargados de los entrenamientos.

El olor que tienen que identificar es el de otro animal. Por eso en los simulacros y distintas rutinas se emplea un “laboratorio”, por ejemplo con plumas, que será escondido para que el perro lo busque y lo detecte. Una vez que el can lo encuentra es premiado con una pelota o con tiempo de recreación.

 

Decile no al mascotismo

A lo largo de la provincia, Policía Ambiental es la autoridad de aplicación del decreto 1751/11, reglamentario del Art. 36 de la ley provincial del ambiente N° 7343, el cual impide tener a especies silvestres, autóctonas y/o exóticas como mascotas.

Y es que domesticar a uno de estos seres no sólo significa provocarle un daño irreparable obligándolo a adaptarse a las condiciones de una casa contra su naturaleza, si no también perjudicar al medioambiente quitándole un ejemplar autóctono y que no dejará descendencia siendo ecológicamente inútil. Cabe agregar que la legislación busca además evitar daños para la salud y la integridad de quienes domestican estos ejemplares, los cuales muchas veces son peligrosos o poseen enfermedades riesgosas para el ser humano.

Todos los animales rescatados por esta división de canes son trasladados a centros de recuperación hasta que puedan ser liberados y reinsertados en su hábitat natural.